MI EXPERIENCIA EN CENAS ADIVINA...
Hay una frase de M.Scoot Peck que dice así:
“Dos personas se aman cuando, siendo capaces de vivir la una
sin la otra, deciden vivir juntas”
Nos empeñamos en poner el foco en el otro, cuando nuestro
centro somos nosotros, y esto tan importante, a veces se nos olvida…
También nos empeñamos en que una relación funcione cuando ya
ha terminado, nos centramos en los hijos como si fueran nuestros proyectos
personales, asumimos cargas familiares que, en ocasiones, no nos corresponden,
escuchamos los conflictos de los demás pero no prestamos atención a nuestra
propia música.
Para lograr una relación de pareja saludable y
satisfactoria, debemos empezar por el
propio autoconocimiento, la estima personal, la capacidad de autonomía, de
responsabilidad, de consciencia de quién soy yo y hacia dónde quiero dirigir mi
vida, con quién y para qué.
En todo este proceso, los cambios serán aceptados, tolerados
y formarán parte de la necesaria evolución del ser humano, del mismo modo que
nuestro compromiso como padre y madre será sagrado, intocable, inquebrantable
para el resto de nuestra vida.
En el día a día con la pareja hay que cuidar mucho esa
mirada cómplice, el lenguaje, la caricia, el momento. Solemos poner el piloto
automático y nos olvidamos por completo de quiénes somos y para qué estamos
juntos, compartiendo dos vidas, la tuya, la mía.
Son dos historias igual de importantes, diferentes,
especiales, irrepetibles pero en muchas ocasiones, lo olvidamos, olvidamos que
somos dos, dos vidas que no van a volver a repetirse.
Las parejas a veces no entienden, que el amor puede durar o no toda la vida, en cambio, si decidimos separarnos los “ex” lo serán para siempre porque, como padre y madre no podemos divorciarnos.
Tampoco tenemos en cuenta que después de atravesar el duelo
que supone un proceso de pérdida como es el divorcio, es posible que
descubramos otros cielos que nos iluminen de nuevo, estrellas y soles que nos
acaricien cada día y nos hagan sentirnos VIVOS, agradecidos y reconciliados de
nuevo con la vida. (http://www.refamiliayotrosenredos.com/)
Aquello que creamos con el otro determina nuestra relación
con la vida, a favor o en contra.
Considero que cada familia es única y diferente y es
necesario cuidar y atender desde su
particularidad.
Creo que es posible divorciarse desde el amor y la
responsabilidad, desde el respeto y la cooperación, desde la empatía y la
aceptación.
Creo que el divorcio es un cambio, uno de tantos que
conforman nuestra vida, aceptarlo y aprender de él es el primer paso para
comenzar algo nuevo.
Estas fueron algunas de las reflexiones que compartimos el
viernes en Cenas Adivina en el maravilloso hogar de Silvia lleno de luz, olores
ricos y un grupo de personas encantadoras que me regalaron miradas cómplices,
sonrisas y sabiduría.
Gracias, que vuestro
amor dure “todo lo más posible”
Podéis ver todo el resumen en la web (http://www.cenasadivina.com/) y descubrir un proyecto increíble que lleva desarrollando Silvia hace más o menos un añito con entusiasmo, pasión, buen gusto y una enorme sensibilidad!
Millones de gracias por compartirlo, pero sobre todo por haberte cruzado en mi camino. Eres una persona que suma y de las que siempre quieres tener cerca!
ResponderEliminarGRACIAS!