"TE AMARÉ"
“Cuando
contemplo una puesta de sol no digo: suavice un poco el naranja en el lado
derecho y ponga un poco más de púrpura a lo largo de la base, use más rosa en
el color de la nube. No lo hago. No trato de controlar una puesta de sol. La
admiro a medida que pasa”.
Carl
Rogers
Admiración…podría
pasar miles de horas admirando la belleza de sus caritas, de sus cuerpos
desnudos, de la perfección absoluta de sus formas, sus gestos, movimiento, la
mirada dulce, la comisura de sus labios, el brillo de sus cabellos y …ese olor
a piel, a vida!
No
se me ocurre mejor manera de comenzar si tengo que describir mis emociones
cuando observo a mis dos hijos. Y mientras observo pienso, imagino cómo serán
sus vidas cuando vuelen solos, cuando inicien su camino, su viaje, su aventura…
¿tendrán todo lo necesario? ¿qué habrán aprendido de nosotros?
Sea
cual sea la respuesta ya formará parte de su experiencia de vida, lo que es
indudable y me reconforta siempre es tener la certeza de que les hemos amado,
creo que no es posible amar de este modo a ningún otro ser humano.
El
amor hacia ellos es incondicional, permanecerá en el tiempo suceda lo que
suceda…los padres amamos sin límite aunque no siempre sabemos hacerlo bien.
Nos
encontramos en una cultura de la inmediatez, del “lo quiero todo ya”, de la
sobresaturación y el exceso, en ocasiones, del despilfarro…y tenemos que andar con mucho cuidado pues el tiempo
pasa rápido y los hijos aprenden lo que ven a su alrededor aunque, a veces, no
nos demos cuenta.
Educamos
con el ejemplo, la coherencia a la hora de pensar, sentir y hacer y nos vigilan
las veinticuatro horas del día…ALERTA!
Hace
poco tuve que responder a la siguiente pregunta, ¿para qué educas a tus hijos?
No
ha sido fácil responder, como madre daría mi vida por ellos, no lo pensaría dos
veces y deseo su bienestar por encima de todas las cosas.
Pero
creo que me equivoco cuando pienso que debo hacerlos felices porque esa no es
la cuestión, quiero ir un poco más allá…ofreciéndoles mi amor puro y sincero ya
estoy cubriendo esa parte, ahora bien, mi deber como madre es enseñarles a
descubrir las herramientas necesarias para que puedan ser todo lo felices a pesar de las adversidades de la vida.
Me
quedo con esto, no es tarea fácil, para ello tengo que incorporar a sus vidas
valores como la compasión, la solidaridad, la gratitud, la austeridad, el
esfuerzo, la confianza, el misterio, el respeto, la responsabilidad, la
admiración de cada detalle, de cada
color, de cada forma…
Son
unas cuantas asignaturas y no me las sé todavía todas, soy consciente de que
estoy ante un gran reto, que tengo ante mí una gran responsabilidad pero también tengo ganas, confío en que será
la propia vida la que me ayude a superar los obstáculos cada día pues estoy
convencida de que nos irá bien.
De
momento intentaré transmitirles mi entusiasmo por cada minuto de vida, por el
amor, el gusto de pensar y aprender, de descubrir el mundo, de la naturaleza, las
personas, los animales, la lectura, el arte…porque nuestros hijos no se educan
por lo que les decimos si no por lo que nosotros hacemos y somos.
“Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía"
John Ruskin
"Al amar o alabar a un niño, no alabamos y amamos lo que es sino lo que esperamos que sea"
Goethe
"El amor es para el niño lo que el sol para las flores. No le basta pan: necesita caricias para ser bueno y para ser fuerte"
Concepción Arenal
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