"EJEMPLO DE VIDA"
Muchas veces me pregunto qué pensamientos
pasarán por las cabezas de los niños, te sorprenden continuamente, con sus
miradas, expresiones, su creatividad, su manera de ver y entender el mundo que
los rodea.
Me ayuda mucho observar a los niños,
cuando juegan, cuando se relacionan con otros niños y también cuando
interaccionan con sus padres.
Estoy convencida que estas "pequeñas
personas" son los mayores detectores emocionales que existen, que
entienden el lenguaje de las emociones mejor que cualquier licenciado de
la más prestigiosa universidad.
Los niños y las niñas sin hablar hablan, sin mirar ven
pero sobre todo SIENTEN, sienten las emociones de aquellos que los rodean,
saben lo que ocurre sin explicaciones, espían en silencio, observan y callan,
esperan pacientes aunque a veces, nos de la sensación de que no se enteran de
nada...
Es curioso y sorprendente que "ese
don" vaya caducando con el tiempo, quizás no sabemos o no nos enseñan a
mantenerlo y desarrollarlo, quizás no interesa.
Todos y todas fuimos niños alguna vez, en
algún lugar permanece esta capacidad y me gusta entenderlo así cuando observo a
los demás.
Nosotros "las personas grandes"
somos maestros y maestras de vida para nuestros hijos, nuestros
comportamientos, nuestro lenguaje, actitud, nuestras decisiones van
constituyendo la brújula por la que se van a orientar, marcamos su camino.
Y creo que no somos del todo conscientes,
podemos transformar cada día nuestra realidad, sacar el mejor partido a las
situaciones, ofrecer lo mejor y esperar lo mejor.
Y es cuando surgen estos cambios, cuando
la vida nos ofrece la oportunidad de ser "maestros de vida" cuando
podemos ofrecer todo nuestro potencial y creatividad para no hacer lo mismo de
siempre, lo establecido, lo marcado, lo pautado.
Nada se rompe, nada termina...cambia de
forma.
Lo más importante es confiar en que los
cambios nos traen oportunidades, nos enseñan a vivir, son luz en nuestras vidas
y podemos aprender siempre de ellos.
Cada mañana cuando ponemos el pie en el
suelo ya empieza el reto, la rutina la creamos nosotros porque ningún día es
similar al anterior.
Nos pasan cosas, nos cruzamos con caras
diferentes, olores, sabores, colores...nuestra capacidad de asombro dependerá
de cómo eduquemos la mirada, si lo hacemos desde la perspectiva del niño o del
adulto.
La vida nos da pistas, nos ofrece mil
oportunidades cada día, nos manda mensajes, señales...es un misterio todo lo
que podemos aprender simplemente escuchando nuestro instinto, estando atentos,
observando, alerta.
Dice Fidel Delgado "la causa del
sufrimiento es la memoria y la imaginación" y estoy de acuerdo, cada día
presente, mente en blanco, confiar y esperar lo mejor.
"Pienso que vivir constituye, en lo
que a mí respecta, una oportunidad que no me será concedida una segunda vez:
una oportunidad no porque la vida nos haga regalos y porque en una balanza
ideal la suma de los placeres sea superior a la de las penas, si no porque
valoro cada momento la suerte que tengo de estar vivo, de acceder cada mañana a
la luz y cada noche a las sombras, de que las cosas no hayan perdido su brillo
inicial y pueda percibir enseguida el brillo de una sonrisa, el principio de
una contrariedad en un rostro; en una palabra, de que el mundo me hable".
Pierre Sansot.
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