“SOMOS
EL SUEÑO DE UNA CÉLULA”
Comienzo este post con un poema que me
encanta, que me acompaña cada mañana al despertarme y que hoy se lo quiero
regalar a mi compañero, el padre de mis niños, la persona que me entiende, me
apoya, me “chincha” y, en definitiva, el compañero que he elegido en este viaje
para guiar a nuestros pequeños y compartir la felicidad de vivir día a día…
“SOMOS EL MATERIAL DE LOS
SUEÑOS
POLVO DE ESTRELLAS
ENERGÍA QUE NUNCA VA A
MORIR
SOMOS EL SUEÑOS DE UNA
CÉLULA
QUE SE COPIÓ A SÍ MISMA
PARA CONVERTIRSE EN DOS
SOMOS NUESTRO PROPIO
ANHELO
PLASMADO EN EL TEJIDO DEL
TIEMPO
CONVERTIDO EN REALIDAD
SOMOS LO QUE QUEREMOS SER
LO QUE HACEMOS QUE SEA
LO QUE PUEDE LLEGAR A SER
ES TIEMPO DE RECOMENZAR
Y REINICIALIZAR SI ES
PRECISO
CADA DÍA NUESTRA VIDA
ES TIEMPO DE DECIDIR
Y TOMAR LA
RESPONSABILIDAD
DE CREAR NUESTRA MELODÍA
ES TIEMPO DE DESPERTAR
Y, AUNQUE DUDEMOS,
DE PASAR A LA ACCIÓN
ES TIEMPO DE VIVIR
CON FUERZA Y VALENTÍA
NUESTRAS 650 000 HORAS
ÉSTE SERÁ NUESTRO LEGADO.
JAUME SOLER Y
MERCÉ CONANGLA.
Me fascina imaginar que fuimos el sueño de
una célula, esto me lleva a reconocer el milagro que supone crear una vida
dentro de nosotros y darle “a luz”.
Desde que soy madre soy más consciente de
la grandeza del ser humano, de nuestro potencial y de la capacidad para poder elegir
nuestro estado de ánimo.
Esto ha cambiado profundamente mi forma de
ver la vida y de relacionarme con los demás.
Creo firmemente que “todo está dentro de
nosotros”, es decir, hay presos que pueden sentirse libres y personas que sin
estar dentro de una cárcel sentirse esclavos.
Al final es una cuestión de descubrir
quiénes somos y ser lo que somos. ¿Por qué?
Porque
quedarnos en el descubrimiento no es suficiente, hay que pasar a la
acción.
Cuando decido centrarme en descubrir quién
soy y tomo absoluta conciencia del ser tan grande y único que soy, entonces me
responsabilizo.
La responsabilidad te centra, te empodera,
te hace consciente, te dirige a mirar hacia dentro no hacia fuera.
Somos lo que hacemos, lo que elegimos nos
define.
Cuando
optamos por hacernos responsables en vez de culpables podemos vivir en
libertad.
He aprendido que la libertad es “elegir en
tus circunstancias” es decir, con las circunstancias que tengo hago lo quiero
hacer…
Ésta
es la verdadera riqueza interior y que constituye nuestra realidad.
Es vital no vivir por inercia sino tener
un rumbo, mi rumbo se dirige hacia la coherencia personal: en busca del
equilibrio y la felicidad.
Cada día cuenta, cada día descubro y sobre
todo, cada día me siento más libre.
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